Cosas que aprendí de Bleach

(Publicado originalmente el 17/7/13 a las 18:00)

Bleach. Qué oportunidad perdida.

Bleach me enseñó a dejar una serie si empezaba a degenerar. Sólo porque algo te haya gustado en algún momento, no significa que te vaya a gustar siempre. Así que mejor dejarlo a tiempo que «quemarse». El tiempo que tenemos es limitado así que hay que gastarlo bien. Hay un dicho que se podría aplicar aquí y dice algo así como «vete de la fiesta cuando todavía te lo estés pasando bien».Traducido sería «déjalo cuando todavía sea bueno». Por supuesto no es válido sólo para series de dibujos, sino para cualquier cosa que no tenga un fin claro, como por ejemplo cómics, sagas de películas o incluso libros.

 

Bleach

 

Bleach era una serie manga, hecha anime (serie de televisión). Me la recomendó un amigo en mi época más manga, así que rápidamente me puse a verla.

 

La verdad es que el diseño de la intro estaba muy bien. Quizá demasiado bien, porque el resto no era así, pero bueno.
El primer capítulo me gustó. Era sobre un tipo que de pronto un día se enfrenta a un monstruo y una chica que dice que es un «ángel de la muerte» le concede sus poderes para que pueda enfrentarse al bicho. Recuerdo pensar que estaba bien y que me gustaba que el prota no fuese un adolescente. Por supuesto me equivocaba y en el siguiente capítulo dejan claro que tenía 15 años.

 

Pero aún así, me gustaba. Era una serie medio de acción, medio de humor, que no se tomaba demasiado en serio a sí misma. Tenía muchos personajes que estaban bien. Hasta el peluche que habla me parecía bien. El ritmo era más o menos rápido. En cada capítulo se planteaba un problema, normalmente un monstruo. Se pegaban con él un par de veces por capítulo, y se resolvía. Era, hasta cierto punto, una serie «sin estado». En la que puedes ver los capítulos y el orden no es fundamental.

Pero no iba a durar. Se acabó la primera temporada y la serie se convirtió en una serie de acción. El orden ya era muy importante para enterarse de qué estaba pasando. El foco pasó a la acción y a los poderes de los personajes. Pero estaba bastante bien. Los combates erán bastante rápidos y se solían resolver en un solo capítulo, o  como mucho empezaban al final de un capítulo y terminaban en el siguiente.

Además, y es una cosa que me parece muy importante en este tipo de series, el «límite del poder» estaba bien definido (bankai!). Estaba claro hasta dónde podía evolucionar el prota y quiénes eran los seres más poderosos de este universo (evidentemente el capitán nº1). Aunque el personaje principal entrenaba para vencer a los siguientes enemigos, éstos no iban apareciendo según el nivel del personaje, sino que estaban ahí desde el principio.

 

BAN-KAI!
Entonces, durante dos temporadas, la serie se convirtió en una buena serie de acción. No era la serie de la primera temporada, pero me gustaba bastante. Pero cuando se acababa el arco argumental, no quisieron terminar la serie con un buen final, sino que decidieron seguir explotando la gallina de los huevos de oro. En vez de terminar la saga y acabar con el malo, éste consigue su objetivo de una forma mucho más sencilla que todo el enrevesado plan en el que se habían visto envueltos los personajes. Entonces anuncia que se retira a investigar «durante un año» y se va. Así sin más. Y ahí es cuando empiezan los problemas.

¿Qué clase de malo dice eso? «Oye que he
estado estimando la tarea ‘obtener poder absoluto’ y voy a tardar un año,
para que lo sepáis y os vayáis preparando y eso». Y los buenos no van a
por él antes de que sea todopoderoso, si no que se dedican a hacer el chorra. Evidentemente, era una
excusa muy pobre para dar tiempo al manga a avanzar para que la serie
tuviera material. Con lo cual venía un año entero de relleno.

Aunque ya había un par de síntomas de que la cosa estaba degenerando, pero eran sutiles. El primero es que no se atrevieron a matar a cierto personaje simplemente porque era popular. El segundo era más obvio, y es que a pesar de que este personaje era uno principal en la serie:

Se sintieron con la necesidad de introducir a este otro:

Sutil
El año de relleno fue muy malo. Los capítulos no tenían sentido, no tenían gracia. Introducián personajes al buen tun-tún. ¿Qué el muñeco que habla es gracioso? ¡Metamos tres más que no salen en el manga! Pero antes estemos casi 20 capítulos con una historia que no lleva a ninguna parte. ¿Qué a la gente le gustaban los toques graciosos? ¡Forcemos chistes malos y situaciones ridículas constantemente!
El caso es que aguanté. Pensaba que sería una travesía en el desierto y que después volvería la serie de la segunda temporada. El dibujo parecía empeorar, pero aguanté por ver qué pasaba con lo que había ocurrido. No me podía quedar con la intriga. Transcurrió una eternidad, pero por fin llegó la nueva temporada. ¡Se acabó el relleno!
No me imaginaba la decepción que me iba a llevar. El dibujo seguía con el nivel bajo de la temporada de relleno. Los nuevos malos parecían cada vez más genéricos, sin personalidad. El «límite de poder» establecido en temporadas anteriores había desaparecido, así que había via libre para que la serie se convirtiese en una serie Shonen cualquiera a lo Dragon Ball Z (malo1 aparece, vence, bueno entrena, vence a malo1, aparece malo2 donde malo2 > malo1). Además, los combates ya no eran rápidos. Pasaban más tiempo hablando que luchando. Encima volaban, sin justificación ninguna. Para colmo, cuando caían en el aire se daban contra un suelo imaginario a la altura en la que estaban volando. En Dragon Ball por lo menos caían hasta que chocaban contra una montaña o un edificio. No se me ocurre peor crítica a una serie que decir que Dragon Ball era más realista.
En resumen que la serie pasó de humor/acción a acción buena. De ahí a rellenazo y de rellenazo a acción más lenta que Dragon Ball. Así que dos o tres capítulos después, para convencerme de que no era algo pasajero lo dejé. Lo que más me dolió fue ese año que perdí esperando a que volviese a ser lo que era.
Así que me dije a mi mismo que no volvería a cometer el mismo error.
No volveré a engancharme tontamente a una serie.
Aunque la verdad es que alguna vez más me he enganchado de más.

Algunos sitios donde he aplicado o no la «ley Bleach».

Dexter

Creo que esta serie la empecé a ver por aquella época, quizá un poco antes, aún así la incluyo aquí.

De esta serie vi la primera temporada, aunque estuve a punto de dejarla porque era un poco desagradable. El caso es que cuando terminó la primera temporada pensé que el arco argumental era muy bueno y no se me ocurriá cómo podían mejorarlo. Pensé que otra temporada de eso no me iba a aportar mucho. Creo que llegué a ver un capítulo de la segunda y me pareció que ya era demasiada sangre gratuita.

Así que aunque en la primera temporada quedaban unos cuantos puntos sin resolver, aguanté y la dí por concluida. Ahora guardo un buen recuerdo de la serie, aunque me sigue pareciendo un poco asquerosa.

Status: Éxito.

 

Dragon Ball (manga)

 

El manga me lo dejaron por aquella época, aunque puede que fuera un poco antes. La verdad es que los primeros tomos me sorprendieron gratamente, pero en cuanto empecé a ver que la cosa se iba de madre lo dejé. Creo que fue más o menos por la primera vez que resucitan a alguien.

Status: Éxito (aunque es trampa, porque ya había visto los dibujos que venían después).

The Big Bang Theory

¿Una serie sobre frikys? Esta serie empezó muy bien, con un planteamiento diferente. Era además bastante graciosa. Luego metieron a las «novias» de los personajes y empezó a ser más floja. En realidad meter a más chicas no era muy mala idea. El problema que veo es que al final es como otra serie cualquiera, pierde su personalidad. Por ejemplo, en los últimos episodios que vi, Leonard parecía que se había convertido en un Sex Symbol. Eso no era la serie… Aparte de eso, la serie comenzó a resultarme menos graciosa y aburrida, así que también la dejé.

Status: Éxito, aunque relativo, porque si la dejas porque te aburre no tiene mucho mérito.

 

Heroes

Creada cuando los superhéroes no se habían puesto tan de moda, en su época era bastante original.
La primera temporada acababa bastante bien, aunque tenía alguna cosa flojilla. La segunda temporada la vi, aunque cada vez me gustaba menos. Creo que tendrían que haber hablado de la generación anterior, habría dado más juego. Uno de los problemas que tenía es que en la primera temporada habían matado a algunos de los personajes más interesantes. Que los personajes mueran del todo está bien, pero claro, no puedes alargar la serie ad infinitum. Otro problema era no acabar con el malo en la primera, de forma un tanto sucia.
Empezó la tercera temporada, y en el primer capítulo invalidaron prácticamente toda la primera temporada, así que no volví ni a pensar en ella.
Status: Fracaso. Quizá la podría haber dejado antes, viendo que la segunda era mucho más floja.

 

How I met your Mother

Respecto a esta serie, soy bastante consciente de que la he seguido viendo aunque ha pasado por épocas un poco malas. Es lo que tiene el planteamiento de la serie, que cuando llevas unas cuantas temporadas y sabiendo que tiene un final (porque así han planteado la serie) pues quieres saber cómo acaba.

Tal vez la tendría que haber dejado.

Status:Fracaso

La canción de Hielo y Fuego

Sí, estoy hablando de los libros. Cuando me terminé el primero me quedé totalmente alucinado. En seguida me leí el segundo. Cuando  fui a leer el tercero y me enteré de que no había salido casi me da algo. Afortunadamente salió pronto, me los compré todos y me los leí, empezando otra vez por el primero.
Entonces comenzó la espera del cuarto. Tardó bastante. Hubo muchos rumores y cuando salió, resulta que sólo era medio libro. Pero no había que preocuparse, porque el quinto ya estaba casi escrito, en una año iba a salir ¿o no? Con eso en mente, me leí el cuarto libro, pero me gustó mucho menos. Llevaba mucho tiempo esperando y al final no pasa casi nada y muchos de los mejores personajes no salen.
Pasaron 5 ó 6 años en blanco.

 

Llego el quinto libro y me decepcionó. De estos libros me gusta que no suele pasar lo que esperas, pero eso es una cosa y otra es que no pase nada. Después de tanto tiempo me esperaba otra cosa. Creo que se empieza a notar que se está alargando de más. Por ejemplo, en los cuatro primeros no había casi nada que al menos no estuviera nombrado en el primer libro. En el quinto libro, uno de los actores importantes, «la Compañía Dorada» no se menciona hasta el cuarto. La sensación es que está metiendo cosas porque sí y que entre el final del tercero y el del quinto la cosa no ha avanzado casi.Quiero pensar que es debido a que en un principio se iba a saltar esos dos libros y poner un salto temporal de unos cinco años entre el tercero y el siguiente. Pero hay cosas que no parecen encajar con esa teoría. Primero, que no pasan cinco años en esos dos libros. Y segundo, que, en teoría, el quinto libro avanza la trama, por eso se tardó tanto en hacer.La sensación que tengo es que el autor lo ha complicado tanto que ya no sabe como terminar. Seria una pena, porque al principio estaba muy bien. Pero claro, no puedes meter dos libros de rellenazo y esperar que sea lo mismo.

Además, probablemente la saga nunca se termine, así que quizá sea mejor dejarlo ahora, antes de que el tipo no pueda escribir más y cualquiera le de un final como le parezca a la saga.

Aunque siempre queda esa esperanza de que los próximos libros sean mejores… parece que no aprendo.

Status: ¿Fracaso Total?

 

Publicado en Pensamientos inútiles | Deja un comentario

8 years have passed

El blog hace hoy 8 años… es impresionante como pasa el tiempo.
Me sorprende un poco que todavía siga con él, sobre todo después de haber estado varios años casi sin tocarlo.
Cuando creé el blog su objetivo principal era escribir para mí, pero también que la gente leyese lo que he escrito.Lo que pasa es que esos dos objetivos son contradictorios, con lo cual al final escribía cosas para que la gente que las leyera no se enterase. No sé si lo conseguía, pero no tenía mucho sentido. Al final escribía entradas «misteriosas» y en inglés macarrónico.
Después de algo más de dos años (pensaba que eran muchos más) de actividad más o menos frecuente, el blog casi desaparece. ¿Por qué? Porque casi todas las entradas del blog se podrían resumir en «el tiempo pasa y no tengo novia». Entonces me eché novia y el blog perdió su razón de ser, aunque pronto se convirtió en «el tiempo pasa».
Últimamente estoy escribiendo más, intentando sacar más o menos una entrada al mes. Simplemente por tener una rutina. No sé si es porque me gusta leer lo que escribí hace tiempo (aunque me suele dar bastante vergüenza) o porque me parece que el tiempo que le dedico al blog no es tiempo perdido y es mejor que dedicarselo a jugar a videojuegos.
En estas últimas entradas parece que estoy intentando ordenar un poco mi cabeza. Es posible que sea por la crisis de los 28 (por tener mentalidad de viejuno he adelantado la crisis de los 30). Me parece que tengo menos tiempo y que el que tengo debo aprovecharlo mejor, así que con el blog «libero» pensamientos o tomo decisiones (que luego no sé si mantendré) como la del Warhammer. Pero de alguna forma tengo la sensación de avanzar.
No sé por qué tengo la necesidad de escribir eso. Lo que sí sé es que en estas últimas entradas estoy escribiendo de frikadas, tal vez porque son de las cosas que más fácilmente puedo hablar. En general soy una persona callada, pero puedo criticar durante horas las pelis que no existen, como las precuelas de Star Wars. Quizá, cuando haya soltado esos «pensamientos inútiles» empiece a hablar de cosas más interesantes.
Veremos… o no.PD. He estado repasando las primeras entradas y es curioso cómo desde el principio explico qué pretendo con el blog sin conseguirlo. También es curioso que casi desde el principio me disculpo por haber bajado el nivel y el ritmo de las entradas cuando nunca los hubo.

PPD. He estado releyendo las entradas hasta junio de 2007 (los dos primeros años) y hay algún post que no está del todo mal. Algún cuento que es legible como matadragones o I’m still alive. También algún artículo que no está mal. Por ejemplo el de la generación Y no está mal. Un poco más antiguo y bastante más pedante es el de palabras, aunque en él uso un montón de palabras que ya ni recuerdo. Lo peor que he visto es que hay muchas entradas en inglés totalmente infumables hasta para mí. Pero su objetivo era desahogarse. También tenía la manía de ponerme a mi mismo por los suelos. Lo que me ha sorprendido es la cantidad de entradas, una media de cuatro o cinco entradas al mes. También me ha sorprendido gratamente la cantidad de personas que dejeban comentarios en el blog. Me ha dado un poco de nostalgia. El blog en aquella época era mucho más personal e íntimo. No creo que pudiera volver a escribir así. Tampoco tendría mucho sentido.

PPPD. He estado revisando las entradas hasta junio de 2011. Pensaba que fue al echarme novia (allá por finales de 2007) lo que había matado al blog. Pero no. Estuve por lo menos otro año escribiendo regularmente, quizá un poco menos, unas dos entradas al mes. Por supuesto las entradas de «Madness» son muchas menos, pero todavía hay alguna rallada o dos y alguna entrada en inglés. Eso sí, las entradas eran un poco más cerebrales.

Cuando el blog casi se muere fue al empezar 2009, sin ningún motivo en concreto. Quizá fue cuando intenté empezar a corregir antes de publicar. Pero claramente lo que más daño le hizo al blog fue dejar de estudiar. Aunque terminé de estudiar en junio, los siguientes meses debieron ser por inercia. Parece ser que el año del proyecto no me aburría lo suficiente en casa como para escribir. Luego empezar a trabajar ya fue el colmo. Desde entonces no ha habido más que entradas sueltas. Es curioso, pero pensaba que había escrito un poco más últimamente, antes de empezar las series de una entrada al mes. Intentaré que se mantenga más tiempo, pero nunca se sabe.

Publicado en Sin categoría | Deja un comentario

Warhammer apocalypse

Si el artículo anterior os parecío largo, preparaos…
Lo dejo. Bueno en realidad ya lo había dejado, simplemente no lo había querido aceptar. Dejo el Warhammer. Conservaré las miniaturas, eso seguro. Supongo que terminaré de montar el vehículo que está a medias y quizá (improbable cuanto menos) coloree alguna mini más. Puede que llegue a echar alguna partida  (aunque lo dudo mucho), pero no seré yo el que la proponga. Lo que seguro que no haré será gastar ni un euro más ni seguir al día en cuanto a reglas y novedades.

Simplemente no puedo seguir el ritmo. Demasiadas actualizaciones, demasiadas reglas nuevas, demasiadas reglas viejas que nunca usaré. Demasiado tiempo para echar una partida, demasiado esfuerzo.
Es muy duro decir «esto no lo haré más». Sé que soy un catastrofista, pero me parece que en este caso simplemente estoy siendo realista. La última partida que eché fue hace como un año, la anterior hará otro año más. La gente con la que jugaba lo ha ido dejando y no me apetece tirar de ellos, principalmente porque creo que tienen buenas razones.
Es triste pensar en todo el esfuerzo dedicado a ello. A estudiar reglas y a colorear. A hacer listas de ejército. El dinero invertido.  Pero no diré que ha sido en balde. Me lo he pasado bien con ello. No sólo en las partidas en sí, en todo lo que lleva alrededor. Montar minis, pegar minis, pintar (colorear) minis. Poco a poco construir una colección, un ejército. O varios. Entusiasmarse por las novedades. Ahorrar para comprarse esa mini que te encanta aunque no te haga falta. Pensar en casa (y en el metro, y en la uni, y en el curro) sobre qué ejércitos hacerse. Discutir sobre que unidades son «broken». Echarse una partida de una tarde o un día entero. Momentos épicos, como el último casta del fuego aguantando solo varios turnos. Un líder necrón que resucitó tres veces. Un asesino Callidus muerto por un dron de defensa.

¿Por qué?

Fácil. No me merece la pena. Hay muchos motivos.

Espacio y Tiempo

El Warhammer necesita mucha dedicación. Por supuesto, también requiere una inversión inicial fuerte en tiempo y dinero hasta que tienes un ejército, pero eso lo debería tener más o menos cubierto. También necesitas mucho espacio (una mesa de 90×120 mínimo, mejor 180×120), sitio para guardar todas las minis y escenografía (que hay que construir y guardar).

No hacen falta tanto, pero casi.
Creo que para jugar sin perder mucho tiempo tienes que jugar muy a menudo. Yo diría que más o menos una vez al mes. Para mí es lo mínimo que se necesita para familiarizarse con las reglas lo suficiente como para que no te pases casi toda la partida mirando reglas. Para ello tienes que jugar mucho y sé que eso no va a ocurrir.

La documentación que necesitar saber para jugar

Las partidas son largas, a menos que pongas un límite de tiempo. No es raro tardar 3 ó 4 horas en echar una partida. Pero de ese tiempo estás jugando menos de la mitad. Primero hay que desplegar, que consiste en sacar tus minis de su embalaje y situarlas en el tablero. No es algo que puedas hacer rápido y a la ligera, porque un mal despliegue te cuesta la partida siempre. Además de eso, durante el turno del oponente, esto es, durante la mitad de la partida, no puedes hacer nada interesante. Sólo dar vueltas a la mesa, viendo como destruyen tu ejército. Puede parecer una tontería, pero dar vueltas a la mesa nervioso mientras juega el otro cansa bastante.

Esperando al turno del otro

Además de la partida en sí, a la que por lo menos le tienes que dedicar una tarde, también tienes que dedicarle mucho tiempo a la preparación. Primero tienes que familiarizarte con el reglamento, que es de un grosor importante. Luego tienes que conocer tu libro de ejército, para poder hacer tu lista de ejército. Cuando ya tienes la lista, tienes que empaquetar tus miniaturas para llevarlas a donde sea que vas a jugar. Puede parecer fácil, pero con las minis grandes y/o de metal es peliagudo. Sabes que alguna se va a romper. Una vez terminas la partida tienes que volver a empaquetar, con menos tiempo y menos ganas. Si a la ida se rompió una, a la vuelta se romperán tres.

Mis minis preparadas para el transporte.
Todo este proceso requiere mucho tiempo. Estoy seguro de que para el que juega muy a menudo no es tan costoso, pero para los que juegan muy de vez en cuando implica que hay que empezar a preparar una partida con una semana de antelación y eso cada vez es más difícil. Por supuesto, también necesitas a alguien que esté dispuesto a hacer ese mismo esfuerzo.Cuando ya estás en casa otra vez, te das cuenta de que has perdido por una tontería, pero para corregir ese error te hace falta otra semana de preparación y no apetece. Así que la próxima vez cometerás el mismo error. O a lo mejor has ganado, pero parece que el esfuerzo no ha valido la pena. Casi todo el tiempo se ha usado en leer reglas, y eso no es divertido. En general queda un sentimiento de frustración y de cansancio, de no querer oír hablar de Warhammer en un mes.


Frustración

El Warhammer es un juego muy dado a provocar frustración. Principalmente porque es algo a lo que se le ha dedicado mucho tiempo. Si después de estar preparando una partida una semana, pierdes en el primer turno, te entra furia asesina.
Además Warhammer tiene mucho azar. Muchas veces fallas esa tirada crítica que parece que te hace perder la partida. Es cierto que la experiencia debería hacerte evitar situaciones tan peligrosas, pero es justo experiencia lo que no tengo y sólo se consigue jugando mucho.
En casi todas las partidas que he perdido (y han sido mayoría) he salido frustrado. Casi siempre por tener la sensación de que por un error muy tonto había tirado la partida, normalmente desplegar mal. También ha pasado que después de haber ganado haya salido frustrado por haber ganado muy fácilmente, quizá por un error de mi oponente, quizá por culpa de los dados, quizá porque parecía que los ejércitos estaban descompensados.
Si a eso le sumamos que las reglas no siempre están bien definidas, al final se acaba discutiendo. Tengo la sensación de que en la mayoría de las partidas ha salido alguien enfadado. Yo, que soy un hombre tranquilo, me he enfadado mucho jugando al Warhammer.

La rueda que gira sin fin

Por último, también es muy frustrante la sensación de que Warhammer es una rueda que nunca para. La sensación de que si no le dedicas tiempo a las novedades, el sistema te acaba echando. En realidad es algo inherente a Warhammer. Es su estrategia y si la mantienen es porque les va bien.
El caso es que Warhammer siempre cambia. Creo que el juego es un sistema que llaman «perfectamente desequilibrado». En este sistema siempre habrá un ejército con ventaja. Entonces, el siguiente ejército que salga estará diseñado para batir al anterior ejército. Después saldrá otro para batir a este último y así siempre. Además estos cambios son cada tres o cuatro meses. Por lo tanto siempre está desequilibrado. Si tienes mala suerte, tu ejército puede tener desventajas durante años. Por supuesto, la gente que sabe jugar puede sacar petróleo de cualquier ejército, pero, una vez más, para eso hay que jugar mucho.
Además están los cambios de edición. Puede parecer que Magic cambia mucho, pero el Warhammer cambia mucho más. Cada tres o cuatro años cambian todas las reglas con una nueva edición. Lo básico no cambia, pero son los miles de detalles los que sí lo hacen.
Al final te queda la sensación de que están jugando contigo. De que sacan cosas nuevas para que siempre tengas que estar comprando cosas nuevas. Por ejemplo, las minis cada vez cuestan menos puntos, por lo que siempre necesitas más para jugar.
Lo que nos lleva a que el Warhammer no es muy barato. Tampoco es que sea carísimo, pero es caro. Además los precios no hacen más que subir y subir y eso no ayuda. Tienes la sensación de que se aprovechan de que eres un friky, de que a la Workshop le da igual lo que pienses. Si la gente se queja de los precios ellos responden que Warhammer es un lujo. Pues que se lo metan donde les quepa. Por lo que te cuesta una unidad cara de Warhammer tienes un juego de mesa grande, que tiene mucha más vida.

Condes Vampiro

Para jugar una tarde hay otros juegos mejores

 Me gusta jugar. Mucho. Pero el Warhammer no renta. Es mucho más cómodo abrir una caja, jugar con lo que viene dentro durante un par de horas o tres, y luego seguir con tu vida normal.  Además creo que el juego no es tan bueno. Lo mejor del Warhammer son las minis y la ambientación. Las reglas son demasiado largas, demasiado confusas, demasiado abiertas a interpretación, demasiado complicadas.  Tal vez si tienes mucha soltura no sea tanto problema, pero para jugar de vez en cuando es demasiado complejo. Lo dice alguien a quien nunca le ha molestado aprender reglas.
Los juegos modernos pueden ser mucho más divertidos, más intensos e igualados con muchas menos reglas. También puedes jugar con más variedad de gente.

 

Es divertido tener tu ejército. Es divertido batallar con tus minis que has pintado tú. Pero no es tan divertido. La verdad es que la mayor parte del tiempo acaba siendo un rollo. Hay muchos otros juegos a los que cuesta mucho menos jugar y pueden ser mucho más divertidos.

Warhammer es un Hobby, no es un juego

El problema es que el Warhammer no es un juego, es un hobby. Uno no «deja» un juego. Lo vende, o decide que no le gusta y no lo va a jugar más, pero uno no deja el Agrícola o el Carcassone.
Warhammer tiene  dos caras como hobby. Por un lado está la parte de pintar (o colorear) y por otro lado la de jugar. Pero ambas son un hobby. La de pintar está claro, pero la de jugar también lo es. Porque no es sólo jugar y ya está. Hay mucho más. Hay que prepararlo con mucho tiempo, tener las minis preparadas. Probablemente dedicar mucho tiempo a pensar la lista de ejército, intentar esbozar tácticas o estrategias e incluso estudiar estrategias de otros.
Pure art, by volomir

Por eso como juego no vale la pena. Porque no es sólo un juego, requiere mucho más esfuerzo. Si sólo estás dispuesto a dedicarle el tiempo que dura una partida, mejor cómprate un juego que lo sustituya.

¿No sé podría salvar?

Usando el sistema de echar dos partidas rápidas una tarde, se alivia un poco el efecto de que un error te eche abajo toda la partida y que en la segunda partida hay menos cosas que leer. También se podría prohibir leer los libros durante la partida y que cada uno sólo pudiera llevar los atributos y habilidades puestos en la lista de ejército pero no parece muy factible.

También estoy bastante seguro de que si juegas mucho, el tema de estudiarte las reglas y los libros antes y durante las partidas se reduce mucho, aunque sigue quedando el rollo de trasladar las miniaturas.

Quizá hubiera una forma de salvarlo. Tal vez si elijo un set de reglas y
no actualizo nunca más los libros de ejército. Me
gusta la filtrada, porque es distinta, por las misiones y por el sistema
multijugador. Además no es de nadie. Lo malo es que puede que tenga
algún problema fatal que la haga injugable o muy desequilibrada. Otro problema es que puede que no tenga todas las
reglas para los Codex nuevos, pero siempre se puede hacer reglas de la
casa.

De todas formas, eso no
solucionaría la raíz del problema, que es el tremendo esfuerzo que hay
que hacer si juegas sólo de vez en cuando.

Imagen Gratuita

¿Por qué ahora?

Si he jugado tanto tiempo, no debía ser tan malo, ¿no? No, claro que no.
Si fuese tan horrible lo habría dejado antes y nadie jugaría. El
problema, supongo, es que han cambiado las prioridades.

Cada vez hay menos tiempo y hace falta sacar mucho tiempo
para jugar. Simplemente nos hicimos mayores: tienes mucha más libertad,
pero también tienes muchas más obligaciones. Al final no tienes mucho
más tiempo y el que tienes quieres aprovecharlo más. Ya no hay tardes
perdidas sin nada mejor que hacer que estudiarse el libro de ejército.
Por supuesto, no puedes dedicarle todas las tardes de una semana a
preparar una partida y casi un día entero a echarla.
Pero
para mí no fue el empezar a ser mayor lo que lo remató. Le dejó herido de
muerte, pero seguía estando allí. Fue por exceso de entusiasmo.Hace cosa de un año, supongo que
después de una partida especialmente lenta, me puse a hacer un resumen
de las reglas, algo fácil que pudiera ser consultado en el móvil y en lo
que se pudiese buscar. Algo que hiciese las partidas más rápidas. Lo
hice y, aunque me costó bastante, me quedó más o menos bien. Pero algo
iba a pasar. Antes de que lo pudiera usar apareció en internet el
supuesto borrador de la siguiente edición.

En cuanto
pude me hice con él y me sorprendió bastante lo que vi. Mis amigos dicen
que soy raro porque me gusta leer reglas. Es verdad que me gusta leer reglas e imaginarme cómo se
juega. Es simplemente porque me gusta mucho la novedad en los juegos (new is always
better), no porque me gusten las reglas per se ni nada por el estilo.
Dicho
esto, me gustó lo que ví. En esta versión filtrada
las reglas estaban mucho más claras y tenía un sistema de acciones que
lo hacía todo más estructurado. Aunque era un poco más difícil de
leer, lo hacía todo más exacto. Además tenía algunas ideas interesantes,
como cambiar la fase de asalto por la de disparo, lo que por lo visto
hacía el juego más rápido. Otra cosa que me encantó era lo bien que
parecía que estaban resueltas las partidas multijugador. También reducía
un poco el azar (un poco) haciendo, por ejemplo, que sólo hubiese un
tipo de misión. Parecía que equilibraba un poco las cosas.
Emocionado
por algo nuevo, me puse a repetir lo que había hecho para 5ª edición
con esta versión filtrada, convencido de que iba a ser el futuro. Le
dediqué mucho esfuerzo y aunque quizá me quedó un poco peor y más largo
que el anterior, lo terminé. Estuve algún tiempo intentando organizar
una partida, pero antes de que lo consiguiera todo cambió. Otra vez.
Salio 6ª
edición. La oficial, la de verdad. Empecé a leer opiniones sobre las
reglas nuevas y no tenían nada que ver con la edición filtrada. Los
cambios que me gustaban habían desaparecido. Había mucho más azar.
¿Objetivos que o te dan bonus o explotan dependiendo de un dado? Muy
justo.Por lo visto, el sistema nuevo no buscaba más equilibrio, si no
todo lo contrario. Buscaba mejores historias, que una tirada de dados
pudiera cambiar la partida.

I hate you
No me gustaba lo que oía, no me
emocionaba lo que leía, pero, sobre todo, no me apetecía nada volver a
leerme un reglamento entero, mucho menos intentar hacer un resumen. Así
que lo dejé, ni siquiera le eché un ojo.
El
día que realmente me
dí cuenta fue el último fin de semana que estuve de rodríguez. Era la
oportunidad perfecta para intentar echar un Warhammer. Pero
no le apetecía a nadie, ni siquiera a mí. No me apetecía elegir una
edición de reglas, estudiarla, coger el libro de ejército, estudiarlo,
buscar las minis, ver cuáles estaban rotas, pegarlas, hacer una lista de
ejército, meter las elegidas en alguna caja procurando que no se
rompieran, buscar escenografía, un sitio donde jugar, una mesa, después
un ratillo de tirar dados y leer reglas, para después recoger las minis y
no querer volver a oir hablar de ello en un mes.Además la semana
siguiente salieron los nuevos Demonios del Caos. Las minis no me llamaban, y ni siquiera quería saber
cómo funcionaba. ¿Cómo puede haber otra edición de Demonios  ya? ¡Pero
si salieron anteayer! Se acabó, que le den.

Mejor
echamos un Agrícola o un Cosmic Encounter. O si tienes mucho mono, un
Cruzada Estelar o un Heroquest o un Descent. Y si tienes mucho mucho
mono, pues te puedes comprar el Chaos in the Old World, que por lo visto es buen
juego.
Aunque no es tan fácil jugar al Cruzada Estelar, o al Heroquest o al Descent. Pero eso es una historia para otra ocasión.
Old School!

Farewell

En realidad,
lo que yo quería escribir era cómo me sentía al haber decidido que iba a
dejar de hacer algo que ha sido parte de mí muchos años. De cómo me
sentía al decidir que se acabó el decir «a lo mejor mañana». De cómo
había decidido que no me iba a gastar un euro más en minis que luego no
iba a usar. De decir esto en lo que he invertido tanto, lo dejo. Lo dejo
porque me he hecho mayor, lo dejo porque no tengo tiempo, ni tengo
ganas. Lo dejo porque a veces hay que elegir.

————————————————————————————————————

Han
pasado tres o cuatro meses desde el último párrafo. Me volvió el mono del
Warhammer y muy fuerte. Me leí las reglas de sexta edición. Incluso
saqué notas. Había cosas interesantes, había cosas que no me gustaban.
Incluse tomé notas sobre cuáles me gustaban y cuáles no. Pero poco a
poco el mono empezó a desaparecer. Ya no queda nada. Los planes para
salvar el Warhammer volvían a parecer descabellados. Entonces llega otro
cambio más. Nuevos Tau. Minis nuevas, algunas minis chulas. Reglas
nuevas, algunas interesantes, otras no. Pero reglas nuevas, reglas para
la nueva edición. No puedo seguir el ritmo. Es difícil aceptar que hay
cosas que ya no sucederán. Quizá vuelva a jugar, quizá en quinta, quizá en filtrada, con
los códex que tenemos ahora.  Tal vez cambiando alguna regla. Quizá. Algún día.
Publicado en Sin categoría | Deja un comentario

Quizá el señor de los anillos de Peter Jackson no es tan malo

El título lo dice todo, pero como esto no es Twitter, me puedo explayar un poco (o mucho). De paso uso esto del blog para algo un poco distinto.
Al grano, nunca me han gustado mucho las pelis del Señor de los Anillos de Peter Jackson. Las despreciaba y cuando hablaba de ellas me ponía un poco «vehemente» de más. Muy indignado, dirían algunos.

Hace poco vi un par de críticas sobre el Señor de los Anillos. Buenas críticas, de gente a la que sí que le gustaban las películas. Me pareció que había cosas que decían que tenían sentido y que a lo mejor había sido un poco injusto con las películas, cegado por mi ira de fan.

El Señor de los Anilos y yo.

Yo ya conocía el Señor de los Anillos antes de que hicieran las películas. Me leí los libros relativamente pronto, no recuerdo exáctamente cuándo, pero tendría unos 12 años. También me he leido el Hobbit, el Silmarillion (dos veces) y un montón de material de J.R.R. Tolkien, como los Cuentos Perdidos ó los Cuentos Inconclusos, aunque estos últimos no sé si me los terminé. Tenía calendarios e incluso una enciclopedia de Tolkien. Resumiendo, que era un poco fan.
¡Fellowship tendría que haber sido compañía! ¡Compañía!

 

Aunque tengo algo que confesar. Antes de leerme el libro había visto la película de dibujos. Por lo tanto, mi imagen mental de la saga tiende un poco a parecerse a esa película y no a la mucho más épica de Peter Jackson. Así que probablemente no haya sido muy objetivo.
Habiendo visto las dos, no es que la película de dibujos sea mejor que la otra, pero tenía menos cosas que me enfurecen. Por lo menos era más «sutil». Aunque es verdad que Gimli era más alto que Legolas y que llevaba un gorro como los de blancanieves y los siete enanitos.

También es verdad que nunca las he visto en versión original. Además, cuando las vi había leido los libros hace poco y me puse en modo fan destructor, criticando todo lo que no era como yo esperaba. Creo que en el fondo y de forma egoísta, me molestaba que cogieran algo restringido y lo abriesen al gran público.
Por otro lado, hace mucho que vi las de Peter Jackson y puede ser que con el tiempo haya olvidado cosas que no me gustaban.

Algunas cosas buenas.

Objetivamente, las películas no pueden ser tan malas si a tanta gente le han gustado. Por lo menos deben de ser entretenidas y emocionantes.
Como mínimo, las películas están bien hechas y resultan creíbles. En general no parece que estés viendo aun par de actores con espadas de madera luchando contra monstruos de cartón piedra. Si no te esfuerzas en buscar fallos, está bien conseguida. Resumiendo, no es nada cutre, está «bien hecho». Los paisajes y los escenarios están muy bien, el vestuario está conseguido, la música es épica, los efectos especiales estaban bien y en general las caracterizaciones son buenas.
No nos vamos a quejar de paisajes.
En cuanto a los actores, hay muchos que no me terminan de encajar, pero a la gente le gustan así que no deben estar mal, y no habiéndolas visto en versión original tampoco puedo juzgar bien. Eso sí, podrían haber reducido un poco el nivel de contradicción capilar, especialmente entre los elfos. 

Just for Men color platino, no apto para cejas.
Respecto a los cambios con respecto al libro, hay algunos que me parece que tienen mucho sentido. Tom Bombadil no encaja con el resto de la película (ni del libro) y no aporta nada a la trama, así que está bien quitado (la de dibujos ya lo quitó). Otro de los cambios que recuerdo es de que Arwen rescata a Frodo, en vez de un tal Glorfindel. Eso me parece bien, porque Glorfindel no es un personaje nada importante, de hecho creo que no vuelve a salir. De esta forma Arwen hace algo, porque en el libro no hace nada reseñable. Lo único malo es que hace que Eowyn sea menos única y que después de eso Arwen no vuelve a hacer nada ni medio interesante.
   También hay cosas que se podrían haber cambiado para que se adaptaran mejor a la película, pero es algo difícil, más cuando tienes una legión de fans mirando con lupa todo lo que haces. Por ejemplo, se podŕia haber intentado acortar un poco el final, quitado algún personaje si no daba tiempo a ponerlo o cosas así.Sobre todo se podría haber intentado que fueran un poco más cortas.

Así yo también gano.

 

Lo que no soporto.

Sin haberlas visto hace tiempo, se me hace más difícil recordar las cosas que no me gustaron, pero creo que los principales problemas que tengo con esta trilogía son dos: la longitud y la falta de sutileza. También hay bastantes «flipadeces» que no vienen a cuento y alguna escena que no me gusta cómo está resuelta, como la del Balrog. (SPOILERS AHEAD)
Para mi gusto la pelis son muy largas. Comprendo que los libros son muy largos y que pasan muchas cosas, pero una película tiene que tener en cuenta el tamaño de la vejiga humana. Y no quiero ni contar las versiones extendidas.  Pero bueno, lo de hacer tres películas largas de tres libros puede tener un pase. (Lo que no lo tiene es hacer tres películas largas de un libro corto como el Hobbit.)Lo que me parece peor es que aún habiendo hecho las películas larguísmias hay cosas que no están bien resueltas en la versión comercial (a veces incluso ni en la versión extendida), como por ejemplo el final de Saruman. Si no cabía en la versión normal, podrían haberle dado un final antes. Es muy importante saber recortar, aunque por supuesto es mucho más difícil que meterlo todo. Por ejemplo, le podía haber dedicado más tiempo a recortar este post y hubiera quedado mejor.

Preparado para ver la versión extendida.

En cuanto al casting, no soy muy fan de Elijah Wood y el agente Smith se me hace un poco raro de Elrond. Pero una vez más, creo que es mejor no juzgar a los actores doblados.

Las batallas son muy épicas aunque están filmadas de una forma en la que no se ve nada. Además tienen cosas muy gratuitas, como Legolas haciendo skate con un escudo o deslizandose por la trompa de un Olifante. Sin olvidar los chistes malos como el lanzamiento de Gimli.

No te vale haber matado a un bicho de 1000 toneladas, tienes que deslizarte por su trompa para ser más «cool».

Ahora vamos con la escena del Balrog. La odio. Odio como medio segundo después de que caiga el bicho, Gandalf se da la vuelta como diciendo «esto ya está» y entonces le engancha el látigo. Pero no cae. Se queda cutremente enganchado de la roca y susurra «huid insensatos». ¿Huid? ¿De qué? Si el bicho ya se ha caído y el puente roto hace que los orcos no les puedan alcanzar. El «¡Huid Insensatos!» debería haber ido en medio de la lucha con el Balrog, no cuando este ya ha caido y tendría que ser gritado, no susurrado. ¿Y por qué sujetan a Frodo? Por lo menos podrían haber hecho el amago de ir a por él. En fin. No pasa nada, es una escena de miles.

Lo siento pero esto me parece muy cutre.

Sutileza, falta de.

Lo que no soporto, lo que me hace perder los nervios en un asunto tan trivial como éste, lo que casi me hace echar espumarajos por la boca, lo que me enerva y hace que levante la voz es la falta de sutileza.
Principalmente me molesta que no confíe ni en los actores ni en la inteligencia del público. Entiendo que hay que jugar con la música y con los planos para transmitir ciertas sensaciones, pero el problema es que todo lo exagera demasiado, como pensando que la gente es idiota perdida.
 Por ejemplo, me molesta que si Bilbo se ve atraído por el anillo no deje que sea el actor el que lo muestre, mediante gestos, expresiones, que sé yo… ¿ACTUAR? No. Eso no puede ser porque es demasiado sutil. Mejor dibujemos encima de la cara de Bilbo colmillos, pongámosle ojeras y cambiemos los ojos digitalmente, porque si no la gente no lo va a entender.
Na, muy sutil, la gente no lo va a pillar.
Así sí.
Tenemos una muy parecida con Galadriel. ¿Dejámos que sea la actriz la que intente dar miedo y mostrar de alguna forma un lado oscuro? Mmm no sé, a lo mejor es muy sutil. Bueno, pues le podemos añadir algún efectillo, como unos truenos de fondo y un poco de eco en la voz. ¡Tengo una idea mejor! Hagamos todo eso y además cambiemos la imagen por ordenador con un dibujo «muy bien hecho» en el que cambia hasta el color de los ojos cambia.

¿Esto?Esto no da miedo
Mucho mejor. Muy realista.
Y sutil, muy sutil.
Otro ejemplo es Gollum. El
muñeco en sí es bastante aceptable, encaja en la idea que tenía y no es
demasiado ridículo. Las voces en castellano están bien, en inglés no sé.
En general puedo decir que no está mal, que podría haber sido mucho
peor. Lo que no me gusta es la forma que tiene de mostrar que tiene dos
personalidades. Tener dos voces está bien, pero le parecía demasiado
sutil. No, además de eso, cambia de plano cada vez que «cambia de
personalidad» y además una tiene los ojos grandes y «tiernos» y el otro
pequeños y malvados. Porque sí, porque los espectadores son tontos
perdidos. Al final casi parece que hay dos Gollums.
Gollum Bueno
Gollum malo
Gollum bueno… os hacéis una idea.
Ahora hablemos del
malo de la película. Sauron. Ya que es el malo, habrá que hacer que se
note, ¿no? Que mida tres metros por lo menos. Y que vaya integrado en su
armadura. Es poco sutil pero  es más o menos comprensible. Puede tener un
pase. No sea que haya que insinuar nada, mejor lo mostramos todo en pantalla y cuanto más grande mejor.
¿Pero quién lleva un anillo en el dedo índice?
Lo que
no soporto es el «Ojo de Sauron». Cuando en el libro hablan de que el
ojo de Sauron todo lo ve, no creo que estuvieran pensando en un foco en
lo alto de una torre que va escaneando el terreno en busca de amenazas.
Llamadme loco, pero yo diría que el «ojo de Sauron» era más bien una red
de espías e informadores, además, claro, de conjuros y Palantiri varios
para ver cosas de forma puntual, pero no demasiado directa ni fiable.
Pero eso era demasiado sutil. Los espectadores no lo hubieran entendido.
No. Que distraer la atención del ojo de Sauron sea atraer las tropas y
los esfuerzos del Señor Oscuro es muy sutil. Mejor hacemos que el faro
de Sauron enfoque directamente a Aragorn y compañía.
Si te va mal de señor del mal, siempre puedes hacerte farero.
Por rizar un poco el rizo, podemos hablar un poco de Denethor (he tenido que buscar el nombre, lo reconozco), el padre de Boromir. Senescal de Gondor. Que es básicamente el rey de Gondor en funciones. Lo lógico sería que fuese alguien regio, con más o menos buena presencia y buenos modales, aunque sólo sea en apariencia. Ya… pero es que es malo. Pongámosle mejor un pelo churretoso. Y que mire muy mal. Y que maltrate a Pippin (¿o era a Merry?) sólo por divertirse. Y el toque final. Que coma con las manos dando mucho asco. Es que si no a lo mejor alguien piensa que no es malo o que simplemente es que ha perdido un poco la cabeza. No, que se vea claramente lo malvado que es.

¿Señor Jackson? Ya tenemos a Denethor.

Mmm demasiado regio, ponedle el pelo curretoso.

Mejor, pero que ponga cara de perro.
Mucho mejor, pero por si acaso hacedle que coma como un cerdo.
Perfecto. Sutil.
Y ya que es malo, que se prenda fuego y corra 3500 metros en llamas,
atravesando puertas y pasillos para después tirarse por un precipicio
convenientemente situado (un poco lejos sólo) de tal forma que no caiga
encima de nadie y que no tenía ni una mísera valla.
Una distancia razonable para correr mientras te quemas vivo.

Y ahora queda mi parte favorita. Favorita por ser la más odiada me refiero. Grima lengua de serpiente. En el libro, Grima es el consejero del rey Theoden, aunque en realidad sirve a Saruman. Para ello, se ocupa de convencer a Theoden de que está viejo y que no debe involucrarse en ninguna lucha. Básicamente, le manipula. Con palabras. Pa-la-bras. Porque las palabras pueden usarse para convencer. Porque las palabras sirven para muchas cosas y uno de los usos puede ser manipular. Manipular con palabras. Sin magia. Las mentiras y las medias verdades son muy poderosas.

Esto se puede hacer en una película. De hecho la película de dibujos lo hace bastante bien. Falla un poco en que se ve claramente que Grima es malo (ese nombre no ayuda), pero por lo demás está bien.

Es cierto que no inspira mucha confianza.

Ahora veamos la versión de Peter Jackson. Grima es un personaje caracterizado de la forma más repulsiva posible. Es más feo que Gollum. No fuera a ser que alguien pensara que era bueno. Palidez mortal, ojeras de emperador Palpatine, ropas totalmente negras, sin cejas y, por supuesto, pelo churretoso. Por lo visto en este mundo los malvados no pueden usar champú. Excepto Saruman. Pero ese pelo tan lacio y esas cejacas negras de contradicción capilar no pueden esconder nada bueno.

Durante casi medio milisegundo dudé de si era bueno o malo.

Por si acaso el aspecto de Grima era sutil, resulta que en esta versión no es que Grima haya convencido al rey Theoden de que está para el arrastre. No, es que está maldito. ¿Gracias a la lengua mágica de Grima, por eso se llama lengua de serpiente? Claro. Claro. Pero el verdadero causante del estado es un hechizo de Saruman. ¿Para qué hace falta este personaje, si Theoden está hechizado por Saruman? ¿Será que la lengua mágica de Grima lengua de serpiente actúa como amplificador de la señal de hechizos y maldiciones de SarumanTV?

Si la enfermedad del rey no fuera un hechizo (como en el libro) podrían haber quitado a Grima y haberle dado un final digno a Saruman dentro de la versión comercial.

Llega Gandalf, ve el pastel (¿nadie se había extrañado de nada? ¡si el tipo tenía telarañas y musgo por encima!) lo desencanta y el rey Theoden rejuvenece 40 años en  3 segundos. También muy bien Saruman descubriendose al hablar con Gandalf. Bravo. Además de ser cutre con ganas, le resta mérito a que el anciano rey salga de su retiro y vuelva a empuñar las  armas, porque no es que estuviera viejo, simplemente estaba poseído.

Tratamiento antiedad Gandalf.

Conclusión

La verdad es que me ha sorprendido todas las cosas terribles de las que me acordaba y me he quedado a gusto soltándolas. Pero hay que reconocer que por lo menos hacen un buen trabajo ambientando el mundo y dando vida a los personajes. Por supuesto nunca será como te lo imaginas. Pero bueno, entiendo que a la gente le pueda gustar. Creo que me hubiera gustado más si hubiera cortado alguna cosa y si no tratase al público como si fueramos tontos.

¿La volveré a ver? De momento no, pero quizá algún día, si la veo en la tele y no tengo nada que hacer… Aunque pensar en tres horas de esto me quita todas las ganas. Dejémoslo en un no… de momento. Pero puedo entender a la gente que le gusta. En realidad, son sólo unas cuantas cosas las que no me gustan. ¿Y lo bien que me lo he pasado criticándolas? Es lo mejor de ver la película de un libro que conoces, poder indignarte y decir «eso no era así» cada treinta segundos.

Versión Extendida del Artículo

Para los que se han quedado con ganas de más (no sé si habrá alguno), la versión
extendida de las «sutilezas». Únicamente para los fans más acérrimos porque
sólo sale en la versión extendida. Boca de Sauron. Me hace pensar que no es que le parezca que el público no entiende las sutilezas, sino que él mismo no las comprende.

«Pero señor Jackson,
que se llame «boca» no significa que simplemente sea una boca. Tendrá
que ver por algún sitio, ¿no?» «Tu calla, que si no la gente no lo va a
entender. Y ponle los dientes más asquerosos que puedas.»

 Por lo menos da para montajes graciosos. 

Publicado en Sin categoría | Deja un comentario

Nightwatch

Three hundred years had passed, the worthy captain and his squad of troopers standing fast.

So? One more, everything has changed. Shall I write again? Maybe. But I’ve lost my theme. First I have to find another. And time. Still, you always have just the time you want.

Publicado en Madness, Sin categoría | Deja un comentario

¡Hola mundo!

Welcome to WordPress.com. This is your first post. Edit or delete it and start blogging!

Publicado en Sin categoría | 1 Comentario

Sobre la duración de las películas

 
 
 
Acabo de ver número 9, película de animación de las que abundan en estos días. No está mal. Pero lo que realmente me ha llamado la atención es lo poco que dura. Unos 70 minutos.

Me ha parecido increíble que hayan evitado poner cosas de más para que la película durase más. Seguramente no haya sido así, dudo mucho que hayan sido tan honrados como para decir "esta historia no da para más, aquí se queda". Probablemente se les haya acabado el presupuesto. Pero seamos positivos y démosles un voto de confianza.

No entiendo la manía que tienen últimamente de alargar las cosas porque sí. En un mundo cada vez más rápido, en el que no hay tiempo que perder, siempre tenemos que hacer algo y el aburrimiento es el mayor de los pecados sociales, no entiendo porqué se empeñan en hacer las películas más largas de lo necesario.

Si en los quince minutos del descanso del partido tengo la necesidad de escribir en el blog, ¿no preferiré que la película dure menos y mi tiempo dé más de sí?

Parece que tendemos a pensar que las grandes superproducciones tienen que durar horas y horas. Pensamiento quizá heredado de la época dorada de Hollywood, con lo que "El viento se llevó", "Espartaco", "Ben-Hur" y muchas otras, que duran tres o cuatro horas.

Pero la duración no tiene que ver con la calidad. Si bien esos grandes clásicos merecen el tiempo que duran (o algo menos incluso), no puedo concebir que haya que hacer dos partes de tres horas para narrar "el Hobbit". Y sí, tengo prejucios contra Peter Jackson y su versión de 10 horas del señor de los anillos.

Quizá sea la necesidad de no tener tiempo, de decir "¿Qué hago esta tarde? Voy al cine". Pero si vas y te sobra media tarde estás perdiendo el tiempo. Quizá es una costumbre heredada de las megaproducciones de antaño, una forma de decir "si nos hemos gastado toda esta pasta, que al menos dure".

Para terminar, un ejemplo claro, King Kong. El King Kong original es genial y sólo dura ¿100 minutos? pensaba que duraba menos… bueno un ejemplo que se me ha ido un poco al traste. Pero la versión de Peter Jackson me aburrió como ninguna otra película que recuerde. Y sí, siento prejuicios contra Peter Jackson.

Me vuelvo a ver el fútbol.

 
Publicado en Sobre las cosas | Deja un comentario

Retrovisión

 
 
 
Hay que intentar ver las cosas de otra manera.
 
 

 

 

(A veces estar aburrido ayuda)
 
 
 
 
 
Publicado en Pensamientos inútiles | Deja un comentario

1000

 

 

 
 Ya llevo más de 1000km con el coche. Y tengo una sensación extraña. Tengo la sensación de que no lo he disfrutado en absoluto. Quizá es que hasta ahora he ido siempre muy tenso conduciendo. Quizá es que ahora que voy más tranquilo tengo que sufrir insufribles atascos. Es posible. Pero tengo la sensación de que todo va demasiado deprisa. No sé muy bien cómo se disfruta un coche, parece tonto quedarse sentado dentro un rato. Además eso ya lo he hecho. No sé por qué, pero todavía me cuesta pensar en el coche como mío.
 
Creo que ya empiezo a vislumbrar lo que me inquieta. Desde que lo compré todo a ido muy rápido. Coge el coche, ve aquí, ve allí, quédate en la oficina 10 horas, vuelve a casa, cena acuéstate. Ve aquí, ve allí, sigue. Compra esto saluda a aquél, visita a ese, sigue. No he interiorizado el coche. No conozco todos sus pequeños detalles y he tardado mucho en conocerlo un poco. Pero el problema fundamental es que no me he parado a pensar. No he llegado a pensar "tengo coche".
 
Tengo coche, ¿no te parece increíble? A mí sí. Parecía que era algo que nunca llegaría, tras tantos años de carné sin que me dejasen ningún coche, tanto tiempo sin practicar, tanto tiempo siendo llevado por otros que sí lo tenían. Pero ahora tengo coche. Y es mío. Y es mío porque lo he pagado yo. Casi más sorprendente que tener un coche es el hecho de habérselo podido comprar. Parece que fue ayer cuando nos compramos un videojuego a base de sisar las 5 ó 10 ó 25 pesetas de las vueltas del periódico o del pan. Parece que fue ayer cuando nuestra paga era de 100 pesetas para comprar chuches. Parece que fue ayer cuando encontrar un billete de 1000 llevado por el viento era como encontrar el tesoro de el dorado. Pero ya tengo coche. O quizá él me tiene a mí. Me lleva a los sitios, pero hay que darle de comer, pagarle un techo, pagarle un seguro, tenerlo limpio y puesto a punto. Siempre preocupado por él, siempre vigilante. Y ni siquiera es una persona.
 
Aunque por otro lado te permite ir a muchos sitios en menos tiempo (no en mucho menos tiempo). Y mientras conduzco sólo puedo pensar en conducir. Pero para ser justos, en autobús tampoco pensaba mucho. Tampoco leía, porque me mareaba y escribía poco, porque era incómodo y también me mareaba. Así que en el fondo me hace ganar algo de tiempo. Y aunque sólo sea una hora al día, una hora, por unos 230 días de trabajo son muchas horas. Muchas. No todo iba a ser malo. ¿Si no, para qué comprarse un coche?
 
¿Para qué comprarse un coche? Además de para contaminar, añadir al tráfico otro coche más, otro que busca donde aparcar, para añadir otra bocina y otras ruedas. Además de para terminar de sumergirse en la máquina. En este sistema que te absorbe y te empuja cuesta abajo y sin frenos. No lo sé muy bien. Pero es mío. Está ahí para lo que lo necesite. Y me podría llevar a muchos sitios. Sin comprar billete. De hecho podría, podría cogerlo e irme. Irme por ahí, a dar un voltio por Europa. Por supuesto no es algo que vaya a hacer, pero podría. Podría.
 
También hay que saber parar, cada 1000 kilómetros aunque sea. Parar y pensar en esos últimos kilómetros que has hecho. Para coger fuerzas para los siguientes. Para saber cuánto llevas. Para que no parezca todo siempre el mismo paisaje repetido. Para saborear y disfrutar, aunque sea de cuando en cuando, el camino recorrido.
 
ummmmmmmm……..
 
 
¡Ostras, tengo coche!
 
 
Publicado en Pensamientos inútiles | Deja un comentario

Se acerca (el horario de) invierno

Oh, sí ya está aquí, cada año más pronto, la entrada de fin del verano.

Para mí, el año tiene dos estaciones principales, invierno y verano, siendo primavera y otoño más bien parte del invierno. Y es que para mí, el verano era la época en la que estaba abierta la piscina. Y digo era. Era, porque ahora que trabajo el mundo es un poco diferente. Ahora el verano será el tiempo que tenga jornada reducida: Julio y Agosto.

 Este año no he tenido vacaciones, pero al menos tenía jornada intensiva y podía ir a la piscina por la tarde. Podía, que no quiere decir que lo haya hecho mucho. Como todos los años, este verano iba a hacer muchas cosas, y a quedar con mucha gente y a ponerme en forma, y a nadar, escribir… Es cierto que mis metas eran menos ambiciosas, porque contaba conque trabajaba, pero no las he cumplido ni de lejos. Al final bajaba un día o dos a la semana a la piscina, he echado cuatro partidos de tenis sólamente, no he nadado casi, he visto muy poco a la gente, no he llamado a todos los que debería haber llamado, etcétera, etcétera.

 

Como excusa pondré que con eso del trabajo se me iban los días volando. Llevo dos meses y parece que llevo medio año. Ni te das cuenta de que el tiempo pasa. Es lunes, luego viernes y luego lunes otra vez. Te levantas, vas a trabajar, vuelves, te acuestas, te vuelves a levantar… y eso que tengo la jornada reducida. Cuando empiece a estar allí 10 horas al día puede ser el colmo. Y es que estoy metido del todo dentro de la máquina. Nunca pensé que pudiera escapar de ella, pero sí tenía la esperanza de no olvidarme que estaba en ella. Pero cuando echas a rodar al final coges inercia y no paras.

Es una tónica muy peligrosa. Si no te das cuenta, si no paras alguna vez, los dos meses que se me han pasado sin darme cuenta se pueden convertir en dos años. Y esos dos años en toda una vida.

Y al final te paras, mirás para atrás y dices:

"¿Ya está?¿Eso fue todo?" – Y en este tren no te puedes volver a montar.

Publicado en Pensamientos inútiles | 1 Comentario